Antonio Rendón . El Cementerio de San Fernando de Sevilla acogió, como es tradición cada 2 de noviembre, la solemne misa en conmemoración de los Fieles Difuntos. La celebración fue presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, y concelebrada por su secretario particular, el sacerdote Manuel Ángel Corona Portillo, junto a varios presbíteros y diáconos permanentes de la archidiócesis.

La misa pontifical tuvo lugar al pie del célebre altar del Cristo de las Mieles, majestuosa escultura del artista sevillano Antonio Susillo, que se alza como uno de los símbolos más reconocibles del camposanto hispalense.

Esta obra, última creación de Susillo escultor de finales del siglo XIX, y no del XVIII, como a veces se confunde, encierra una leyenda tan conocida como conmovedora. Se cuenta que, al advertir un error anatómico en la disposición de las piernas del Crucificado, el artista cayó en una profunda angustia. Poco después, falleció, y el pueblo de Sevilla, conmovido por su talento y su trágico destino, pidió que fuese sepultado bajo los pies de su propio Cristo. Así se hizo, cumpliendo el deseo popular, y desde entonces el “Cristo de las Mieles” guarda para siempre los restos de su creador.

La celebración de los Fieles Difuntos constituye una de las expresiones más hondas de la tradición cristiana. Desde los primeros tiempos de la Iglesia, los creyentes honran a quienes los precedieron en la Casa del Padre. Además, la Iglesia concede indulgencia plenaria ,aplicable exclusivamente a las almas del purgatorio, a los fieles que, en esta jornada, visiten piadosamente una iglesia, oratorio o cementerio, orando por los difuntos. Son días de recogimiento, memoria y esperanza.

El Cementerio de San Fernando, verdadero museo al aire libre, ofrece al visitante un recorrido por la historia de Sevilla a través de sus monumentos funerarios. En él reposan personalidades insignes de la vida cultural y popular andaluza, como el torero Francisco Rivera “Paquirri”, la cantante Juanita Reina, el legendario diestro José Gómez Ortega “Joselito el Gallo”,cuyo mausoleo fue realizado por Mariano Benlliure y Gil, o el genial bailaor Antonio Ruiz Soler “Antonio el Bailarín”,y la que fue actriz, cantante y bailarina española,Paquita Rico (Francisca Rico Martinez, entre muchos otros.

Inaugurado oficialmente el 1 de enero de 1853, el camposanto sevillano continuó su desarrollo a lo largo del siglo XIX hasta configurar el imponente conjunto monumental que hoy conocemos, reflejo de la historia, la fe y el arte de una ciudad que no olvida a sus muertos.

Fotografía: Antonio Rendón Domínguez