
¡San Valentín! El santo del amor. El santo de los que aman y de los que son amados. El santo del "te amo", del "te quiero". El santo de una mirada o de un silencio, el santo de una canción, de un verso... No me romperé la cabeza en busca de un bolero o una balada. Recurro a la poetisa Gloria Fuertes (Madrid, 28/7/1917- 27/9/1998) a quien conocí en los años sesenta con Adelaida las Santas recitando en bares y cafés de Madrid sus "Versos con faldas". Después, Gloria Fuertes se convirtió en "la poeta de los niños" con sus intervenciones en "Un globo, dos globos, tres globos" en TVE. Elijo su poema "Nunca terminaré de amarte". Leo: " Y de lo que me alegro/ es de que esta labor tan empezada,/ este trajín humano de quererte,/ no lo voy a acabar en esta vida; / nunca terminaré de amarte./ Guardo para el final las dos puntadas,/ TE-QUIERO, he de coser cuando me muera/ e iré donde me lleven tan tranquila,/ me sentaré a la sombra con tus manos/ y seguiré bordándote lo mismo./ El asombro de Dios seré, su orgullo/ de verme tan constante en mi trabajo". Gracias, Gloria Fuertes. No nos viene nada mal esta receta poética del amor en el que pones - para que nunca se rompa, para que nunca termine- el ingrediente mágico de la constancia.

