Tras la boda permanecieron cinco días sin salir de dueñas aquejados de afonía.
Se irán de viaje de novios en noviembre pero antes acudirán a la presentación de las memorias de la Duquesa .
Los duques de Alba, se han quedado sin viaje de novios por el momento, debido a una afonia de ambos que le ha obligado a permanecer los primeros cinco dias de casados en el Palacio de Dueñas.
Por este motivo y por el riesgo de contagio no se desplazaron a Madrid como tenian previsto al dia siguiente de la boda para visitar a Eugenia ingresada con varicela y que no pudo asistir a la boda, aunque si lo haran en cuanto sea dado de alta.
Tanto Cayetana como Alfonso estan muy felices y contentros con la forma como transcurrio la boda y que fue tal y como ellos habian querido y planeado.
En noviembre harán el viaje de novios que habían planeado a Tailanda, coincidiendo con el cumpleaños de Alfonso el 15 de noviembre (cumplirán 61 años).
Tambien esta semana se presento el libro de la biografia de Cayetana editado por Espasa.
Escrito "con sinceridad, pasión y sentido del humor", la autobiografía de la duquesa abarca "desde su infancia de niña huérfana hasta su espléndido momento actual", y no obvia episodios como su relación con su padre, sus amores, "su increíble vida social y su boda con Alfonso Díez, su último triunfo",de quien dice: Hoy tengo el corazón repleto y ocupado por un hombre estupendo.
"Al principio de nuestro noviazgo se insinuó que yo estaba trastornada. Puede que estuviera trastornada, pero de amor", confiesa Cayetana quien siempre ha tenido muy claro que acabaría casándose con el funcionario: "Yo sabía que Alfonso y yo terminaríamos en el altar. Así se lo he pedido al Cristo de los Gitanos".
"Se han escrito tantas cosas sobre mí... y sin embargo se sabe tan poco. Sólo se han enterado de lo que me ha dado la gana", confiesa Cayetana de Alba, que resume en una frase el lema de su vida: "Vive y deja vivir".
En la portada del libro, la duquesa posa tumbada en un sofá y con la mirada ausente, en una fotografía que evoca a la Maja vestida de Goya.
Yo nunca doy el primer paso, en eso soy muy orgullosa, declara la duquesa en el capítulo titulado El primer gran amor, en el que confiesa cómo estuvo enamorada a sus 16 años del torero Pepe Luis Vázquez.
Siempre me ha gustado coquetear y flirtear, un poco por divertimento. He sido más bien matacorazones, escribe Cayetana de la época de su puesta de largo y de los años en que estudió baile flamenco, antes de su boda con Luis Martínez de Irujo, padre de sus hijos, y de su viaje de novios de seis meses de duración.
Yo me mato por el rey Juan Carlos es la frase con la que la duquesa arranca el capítulo dedicado a explicar su fe monárquica, y también dedica varios capítulos a sus residencias y a su empeño por restaurarlas y mantenerlas.
Además, la Duquesa guarda un hueco para recordar su infancia como una etapa muy dura y, de alguna manera, sabe que ella no siempre se portó bien con sus hijos: "Yo sé que mis hijos me han reprochado que no les dedicara mucho tiempo y en ocasiones me han hecho sentir fatal... Pero los quiero con toda mi alma".
De todos ellos, reconoce sin tapujos, que Cayetano y Eugenia son sus preferidos. Ella, por ser la única niña; y él, por ser el que más corazón tiene. Doña Cayetana también dice que no está dispuesta a que le roben el tiempo que le queda asegurando que ha vivido y también ha dejado vivir a los demás.
"Pienso seguir viviendo aunque sea para ver la cara de susto cuando les digo: 'Os pienso enterrar a todos'. Me divierte mucho esa expresión", confiesa.