
Veinticuatro horas antes de la celebración de la boda de Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova, el palacio de Dueñas era una auténtico trasiego. Los preparativos de última hora, las flores, el catering, las sillas, todos los detalles para que la ceremonia resultara lo más brillante posible. Eso sí, los novios llegaron por separado y sobre las siete de la tarde, conduciendo su propio coche llegó Eugenia martínez de Irujo, la primera.
A pesar de las especulaciones continuas sobre sus asistencia a la boda de su hermano, Eugenia en ningún momento se planteó no asistir ya que está muy unida a su hermano y además él fue su padrino de bodas. La Duquesa de Montoro conducía su propio coche, llegó en compañía de un amigo y en el asiento de atrás su hija con la persona que la cuida.
También el día antes el diseñador del traje de la Duquesa de Alba, el sevillano Tony Benítez, acudió personalmente para entregar el traje a Cayetana, madrina de la ceremonia, un traje muy sevillano, dijo la Duquesa. Hasta el sacerdote que ofició la ceremonia, Ignacio Jiménez Sánchez- Dalp, acudió en al víspera para comprobar que todo estaba en su sitio.
Además de los numeroso periodistas , muchos curiosos también han estado pendiente de todos los detalles y aprovechaban para observar las idas y venidas previas. SEVILLA PRESS

