
Feria de Abril en la Caseta de la Peña Cultural Antorcha, si, así es, FERIA porque allí se vive la Feria de muy distintas maneras, es una feria muy particular, se come se bebe y se baila como en toda las demás casetas, pero hay algo en ella que la hace distinta a las demás.
Por nuestra caseta se pasea el Señor, se manifiesta con más fuerza en los días que lo hace convertido en las personas que, para la sociedad, son las más necesitadas: personas con diferentes capacidades, los mas pequeño y los ancianos, y a lo mejor lo que no sabemos es que somos nosotros los que necesitamos más de ellos, pues en ellos es muy dificil ver la maldad, el egoísmo, la envidia .... , es más fácil ver paz, tranquilidad, felicidad ... eso que toda persona busca.
El acercarse a ellos es ver a Cristo cargando con la Cruz.
La caseta, pisa el Real con más Fuerza que ninguna. Por qué decimos con más fuerza, pues porque no hay ninguna caseta en toda Sevilla que luzca su pañoleta, sus visillos, lámparas, luces, cuadros etc ... , con más razones con las que lo hace esta Peña Antorcha, pues todo ello se hace por unos motivos, que no se quedan en los de "para que disfruten nuestros socios y amigos", sino que todo eso se pone con el mayor cariño, sabiendo que la visitarán también aquellas personas a las que tanto necesita esta Peña, pues ellas son una de las razones de la existencia, por eso les debemos tanto.
A los del Hospital de la Santa Caridad, a los de la Residencia de las Hermanitas de los Pobres . También se unen en este día los componentes de la Casa Hogar Flor de Salvia de la institución FAISEN, con la responsable Sonia López Martinez.
Con un total de 28 personas,usuarios y monitores/as que almorzaron y acompañaron en un día muy especial. Personas que nos enseñan cada día cómo afrontar la vida a pesar de las dificultades, cómo sobreponerse a las adversidades y luchar en cada momento para plantarle cara a la discapacidad y superarse como solo ellos saben hacerlo.
Personas que nos enseñan que la vida no es otra cosa que una lucha constante y que no hay que venirse abajo ante cualquier contratiempo. Cuánto nos queda por aprender de ellos, a pesar de los pesares, siempre tienen dibujada una sonrisa en sus caras, siempre una palabra amable, un piropo que les sale del alma, o la palabra "gracias" siempre también en sus labios que les sale directamente del corazón. Si todos tuviéramos su perspectiva de la vida, a este mundo, indudablemente, le iría muchísimo mejor. Gracias un año más a todos ellos por enseñarnos a vivir, por esos piropos recibidos, por esas sonrisas que jamás son fingidas, gracias por regalarnos vuestros sentimientos.
Este es el verdadero objetivo hace 52 años, la caseta de feria, que fuera una caseta diferente, donde la Luz no estuviera arriba, sino a ras de suelo, no en el interior de un farolillo, sino en el corazón de las personas, no en la inmensidad de una portada, sino en un recoveco del alma de cada anciano que nos aportan la sabiduría y la experiencia, de cada niño, que nos regalan la alegría y la inocencia, y de cada persona con discapacidad que nos obsequian con la valentía y la superación, todas ellas necesarias para aprender a vivir, para saber vivir.
Desde aquí, queremos agradecer también a los socios, mujeres y hombres, que se han dedicado a servirles los almuerzos con una dedicación envidiable. Gracias por vuestra entrega a los demás, voluntarios de corazón, y a cuántos han hecho posible que, un año más, sehayan conseguido el objetivo en el Real de la Feria de Abril, hacer feliz a quien más se lo merece como verdaderos Antorchas. Así es la Peña Cultural Antorcha y así son quienes formaron parte de ella. El año que viene volveremos a iluminar la Feria desde el corazón.
Foto Antonio Rendón Domínguez

