* Los modelos de los primeros cuadros de Diego Velázquez cobran vida en estas páginas para recrear la decadencia de la ciudad y reconstruir el último proceso inquisitorial contra los iluminados.
<<Juanelo levitó y quedó suspendido en el aire, contrariando las leyes de la naturaleza, durante el tiempo que puede gastarse en rezar de corrido un Ave María o freírse un huevo...>> Así comienza “La levitación”, la ópera prima literaria de Guillermo Sánchez que reedita la editorial Alfar.………………………………………... Juan de Jácome, “Juanelo”, se convierte en el principal protagonista del último gran proceso de la Santa Inquisición contra los iluminados. Los modelos de los primeros cuadros de Diego Velázquez cobran vida propia en las páginas de esta novela ambientada en la principal encrucijada de caminos del mundo, la Sevilla crepuscular y decadente de la primera mitad del siglo XVII. Impulsados por la mágica fuerza del destino, los aprendices de la imprenta de los Monroy se enfrentan a las adversidades propias de la época que les ha tocado vivir, la corrupción de las instituciones, la ruina causada por las guerras en Europa, las inundaciones provocadas por las crecidas del río Guadalquivir, la epidemia de peste bubónica en la que muere casi la mitad de la población de Sevilla…
…………………………… << “Los responsables de la epidemia tienen nombres y apellidos…” Como buenos escribanos, Juanelo y yo prestamos nuestras letras contorneadas, de redonda y perfecta caligrafía, de trazos angulosos y firmes, para denunciar al dictado del doctor Eguiguren el comportamiento de los hermanos Caravaxal... La epidemia bubónica se había llevado media ciudad por delante y había borrado la sonrisa y el brillo de la mirada de los supervivientes, que vagaban absortos, lánguidos, febles y esmorecidos. No se reconocían unos a otros, ni siquiera los vecinos de toda la vida, porque el estado de angustia y la mala alimentación les habían arrebatado la salud de cuajo y el pelo a matojos. En apenas unos meses habían envejecido doce años... >>.
……………………………………….. El autor de “La levitación” asegura que la esencia del periodismo y de la literatura es la misma, “lo insólito”, si bien agradece a sus novelas que le hayan permitido “ser hiperbólico y escribir sobre lo verosímil, no sólo sobre lo veraz”. Guillermo Sánchez Martínez (Sevilla, 1960) cree, como decía Gabriel García Márquez, que solo merece hacerse literatura con aquello que está dejado de la mano de Dios y en cierto modo, todos sus personajes parecen estarlo, los aventureros perdidos en las islas Molucas en el siglo XVI (Lluvia de almendras), quienes convierten a la Macarena en una devoción universal (Y la Macarena se vistió de luto) y los protagonistas que recrean la Sevilla del siglo XVII (La levitación).
Guillermo Sánchez ha cultivado como periodista sus géneros preferidos, la entrevista en Diario 16 y Nueva Andalucía, la crónica y la retransmisión en la radio (Cadena SER en Sevilla, Málaga y Madrid) y el reportaje y el documental en la televisión. Actualmente trabaja en Canal Sur Televisión como periodista deportivo y especialista en la historia de la Semana Santa de Sevilla.
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