
El periodista Joaquín Araújo ha asegurado hoy que el efecto más evidente del cambio global es la destrucción de la biosfera y la pérdida del sentido de la vida. Hay síntomas de ello que son evidentes, como el florecimiento otoñal, que viene a ejemplarizar algo dramático. Cuando la Naturaleza se equivoca y comete manifiestos errores, como el hecho de que algunas plantas florezcan en otoño o que algunos animales intenten reproducirse al fracaso asegurado, constituye una demostración de lo perverso que puede llegar a ser el cambio climático. Que haya tropiezos y fallos en los ciclos de la vida me parece aterrador. El escritor ha realizado estas declaraciones durante el transcurso del curso VII Encuentros sostenibles: Comunicación, Ciencia y Medio Ambiente. Cambio global: ¿Hacia dónde vamos? que organiza el Centro Olavide en Carmona en colaboración con la Junta de Andalucía, Sevillana Endesa, la Diputación de Sevilla y Cajasol. Araújo ha afirmado que hay un principio ético que es de los más ignorados: Las cosas que deben ser, pueden ser, pero piensa que el ser humano hace exactamente lo contrario. El ejercicio de la responsabilidad es hacer las cosas como se deben de hacer. Yo no tengo que luchar contra la humanidad y contra todo ser viviente, sino que debo vivir en armonía con el resto de los seres vivos, humanos o no. Algunos han demostrado que se puede hacer, por lo que en el momento en que un ser humano consigue un determinado objetivo, lo puede conseguir cualquier otro, puntualiza. Desde su punto de vista, el cambio global se produce porque la gente está convencida de que tiene derecho a tenerlo todo y sin esfuerzo personal, algo que supera los límites y capacidades del sistema global planetario viviente y de todo lo que lo hace posible, como el agua, el aire, el suelo, la energía solar en definitiva, es vivir contra la vida. Es la sacralización, generalización y puesta en práctica de forma masiva de estrategias que atentan contra la vida. El pensamiento ecológico y la ética ambiental es vivir con la vida, sostiene. Con respecto a la economía, piensa que es una ridícula porción del sistema biosfera. Cree que es el sector cuaternario de la realidad, lo que pasa que, a su entender, lo hemos convertido por orden y mandato de los distintos poderes de este mundo en lo primero, cuando en realidad es lo último. El mundo funciona de forma distinta. La crisis actual no es económica, sino de pensamiento, de ideas, de concepción del papel del ser humano, del sentido de la vida la crisis es el propio modelo de relaciones económicas, lo que no significa que ese modelo esté en crisis, sino la crisis es que exista ese modelo, aclara el periodista. Por último, apuesta por entender que el papel de cada uno de nosotros es importante en la tarea de conservar el planeta: El primer mandato de la economía sostenible es no esperar a nadie, ser vivaz o continuar siendo un enemigo de la Naturaleza. A partir de ahí, intentar que cada vez más gente se incorpore a ello, puesto que podemos llegar a un punto en que no haya ninguna posible solución y nos encontremos con situaciones muy difíciles de recuperar o irreversibles, concluye Joaquín Araújo.

