Las fiestas en honor de la Virgen de Regla en Chipiona, se remontan documentalmente al año 1611, aunque se debían de venir celebrando probablemente desde bastante antes, ya que en esta fecha eran lo suficientemente conocidas como para que asistiesen a ella personas de poblaciones limítrofes, y como es lógico antes de que trascendiese fuera de Chipiona ya se tenían que celebrar con anterioridad localmente.
El arraigo de estas fiestas, en Chipiona es altamente significativo, pues con ella terminaba el año, servía de estreno para todas las novedades que se producían a través de los tiempos. No hay que olvidar que en estas veladas se hicieron realidad por primera vez en nuestro pueblo, las primeras proyecciones de imágenes de la cinematografía, aquel cine mudo que gracias al Santuario pudieron presenciar nuestros antepasados justamente en la Explanada de Regla.
También en la misma Explanada se pudieron ver los primeros fuegos artificiales, oír durante muchos años a la famosa Banda de Música de Salteras, etc.
En los siglos XVI y XVII, la Imagen de Nuestra Señora de Regla era, sin género de duda, la más conocida y popular de Andalucía. Basta recordar la triunfal y deslumbrante procesión que se celebró el 8 de septiembre de 1588, con motivo del envío contra Inglaterra de la Armada Invencible, a cuyo frente iba el séptimo Duque de Medina‑Sidonia, Don Alfonso Pérez de Guzmán el Bueno, insigne bienhechor del Santuario de Regla. Doña Ana Gómez de Silva y Mendoza, esposa del Duque, fue quien pidió y consiguió del Prior y la comunidad de los agustinos de Regla, sacar por primera vez en procesión a la Virgen de Regla.
Anteriormente a esta fecha no se sacaba la Imagen de Ntra. Sra. de Regla. Desde principio del siglo XVII, desde el año 1608, no se volvió a sacar la Virgen, en esta ocasión se llevó a Chipiona por la mañana y volvió por la tarde. A partir de esta fecha se comenzó a sacar todos los años el 8 de septiembre. Se introdujo la costumbre de llevarla en procesión por los alrededores del Santuario el día de su fiesta, 8 de septiembre, desbordándose con este motivo los pueblos y ciudades de Andalucía, que en gran número venían a venerar a su amantísima Madre.
En los siglos anteriores no se sacaba a la Virgen de Regla en procesión pública, sino que permanecía en su lugar. No obstante se le hacía todos los años el 15 de agosto, día de la Asunción, su fiesta, a la cual concurrían mucha gente de la comarca, haciéndose su procesión sólo por el claustro del convento. Sacándose en vez de la Imagen de Ntra. Sra. de Regla, otra imagen que los frailes tenían exclusivamente para éste fin. Su nombre era Nuestra Señora de los Buenos Aires, debido a que los navegantes de toda clase, y las flotas que partían hacía América le pedían buenos aires para ello.
La documentación del Archivo de nuestro Ayuntamiento conserva actas judiciales en las que se mencionan las fiestas de Regla con motivo del día de la Virgen. La más antigua corresponde al año 1611, se recoge así:
<< En la villa de Chipiona, siete días del mes de septiembre de mil seiscientos once años, el Capitán Pedro Pabón, alcalde ordinario en ella, dijo que a noticia suya a venido que ciertos ladrones, estando a la puerta de la Iglesia de la parte de fuera que es jurisdicción de esta dicha villa, hicieron ciertos hurtos, a personas que están en la Fiesta de Nuestra Sra de Regla ...>>.
En ella también se dice que se celebraban en los alrededores de la Iglesia y que ya eran lo suficientemente conocidas en los pueblos colindantes como para que asistiesen a ellas personas de Sevilla, de Jerez, Rota o Sanlúcar de Barrameda.
La cantidad de gente que acudía a ella en 1642 era tal, que junto con el gentío venían, además de las personas que acudían devotamente, trileros, ladrones, vendedores de ganado, etc. Para evitar enfrentamientos y disturbios entre tanta multitud, el Ayuntamiento y el Regimiento de la Villa, destinaba para mantener el orden y hacer guardia esos días, a un número bastante elevado de hombres como puede verse a través del contenido de esta otra acta capitular correspondiente a este año:
<<En la villa de Chipiona, en veinte días del mes de agosto de mil seiscientos cuarenta y dos años. Se juntaron a cabildo el concejo, justicia y regimiento de esta villa, y trataron lo siguiente:
<<Acordaron que para la guardia del convento de Ntra. Sra. de Regla, y gente que a su festividad acude a ocho de septiembre de cada año, para la noche del día siete del dicho mes de septiembre, acuda a la dicha custodia veinticinco hombres con sus armas de fuego, para que asistan la dicha noche y día siguiente, y asimismo vayan cuatro hombres a caballo que guarden la playa, y que la demás gente, aquella noche y día siguiente, estén alistados bajo bandera, para guardia de esta villa...>>
Ya se preveían posibles altercados, robos y otras incidencias para lo cual hacían nombramiento de responsables para hacer justicia en estos casos. El mismo acta continúa informándonos de ello:
<<...Acordaron que atento que en esta villa y el Convento de Ntra. Sra. de Regla acude mucha gente forastera y es menester que haya personas que ronden y velen por si hubiere algunas pesadumbres u otras cosas convenientes a la administración de justicia, mandaron que para la dicha víspera y día de Ntra. Sra. tomen las varas de alguaciles con plena potestad, como el alguacil mayor la tiene, los dos jurados, Juan Sánchez Caballero y Andrés de Reina.
También Fray Diego Carmona Bohorquez, agustino chipionero del siglo XVII, en su libro titulado: “Historia Sacra”, también nos hace mención a las fiestas de Regla de esta forma:
<<Tiene, pues, la iglesia de Nuestra Señora de Regla, entre otros muchos adornos ricos y graves, que han dado los limosneros y bienhechores, buena cantidad de plata labrada que sirve al aparato reverencial del culto de tan alta reliquia. Pendientes hacen ostentosa cuanto hermosa apariencia a los aprecios a la vista, copia gallarda de lámparas, en todo genero de formas, en todo tamaño de suertes, en todo número de variación. Estas arden delante de nuestra Señora, aunque no todas de ordinario por ser muchas. Arden empero todas en las fiestas principales de la Virgen Santísima>>.
El mismo autor, relata en su libro, que durante la procesión de la Virgen de Regla se celebraba un ritual parecido a la fiesta de "moros y cristianos", que parece ser se tenía la costumbre de celebrar por entonces en Chipiona:
<<Hubo por el camino muchas capillas formadas de madera, colgadas de telas y brocados, donde sobre bufetes de plata descansaban las andas de la Virgen y cubrían un bordado palio, mientras el armonía de los mejores músicos ministriles de España le cantaban y teñían diferentes motetes y chanzonetas en su alabanza. Hubo dos castillos de moros y cristianos, que se combatieron saliendo de cada cual diferentes compañías que escaramucearon en aquellos campos con extremada gala y bizarría, hasta ser presos y cautivos todos los moros, los cuales maniatados fueron ofrecidos por los cristianos victoriosos delante de la Virgen en señal de gloria y de festivo triunfo>>.
En 1805, con motivo del contagio de la peste, se celebró la Procesión y fiestas de la Virgen de Regla el 6 de octubre, debido a un escrito del Capitán General del Reino de Andalucía prohibiendo la celebración de éstas en septiembre.
Según un escrito del Prior del Convento de Regla al Ayuntamiento, se quejaba de que había muchos desórdenes en los días del 8 al 19 de septiembre, que habían puesto carteles informando de que no sale la procesión el año 1814, y que llegaban personas diciendo que si no la sacan, ellos la sacaran a la fuerza.
Con la llegada de los franciscanos, a finales del siglo XIX y comienzos del XX, la característica principal de la fiesta de la Virgen de Regla era que todos los actos, sobre todo la procesión, estaban programados en la mañana, y, que el día de la octava era igual o de mayor importancia que el mismo día de la fiesta. La procesión tenía un pequeño recorrido alrededor del Santuario, aunque se bajaba también a la playa. Celebrándose el día de la fiesta y de la octava.
Se fueron sucediendo cambios hasta potenciar el día 8 de septiembre, suprimiendo el día de la octava, esto sucedía por los años 1920 que es cuando empezó a desarrollarse el veraneo en Chipiona, mientras los chipioneros eran partidarios de que se celebrase el día 15 de septiembre, para acudir a ella con la vendimia terminada, los veraneantes la estimaban demasiado tardía y preferían el día 8.
Algunos de los años sesenta del pasado siglo, se trasladó la fiesta de la Virgen al domingo anterior al día 8 de septiembre, pero ante el poco éxito que tuvo este cambio, se volvió a poner en su fecha que es la que actualmente se celebra, el 8 de septiembre.
Estas fiestas, eran junto con el día Corpus Christi, las dos fiestas consideradas como “sagradas” para los chipioneros. De todos es sabido que antiguamente había mucha gente, que trabajaban todo el año y sólo descansaban estos dos días, el Corpus con el que comenzaba la temporada veraniega y la Virgen de Regla, con la que se cerraba la temporada y comenzaba el invierno.
Cuando en su día se trasladó esta velada a otro lugar, pensábamos desde la Asociación Cultural Caepionis, al igual que la Década 60-70, que de igual forma que la festividad del Corpus, con el simple hecho de trasladarse del jueves al domingo, había decaído considerablemente, podría ocurrirle lo mismo a la velada de la Virgen de Regla. Por lo tanto, creemos que fue un acierto por parte de las autoridades, el volver esta fiesta a su lugar de siempre, donde se celebró durante siglos, de donde nunca debió de salir.
Juan Luis Naval Molero. Cronista de la Villa de Chipiona.
Para ver publicaciones anteriores.:
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