En los dos últimos años estamos viendo cómo se parten ramas gruesas y árboles que se inclinan y caen poniendo en peligro la integridad física de los ciudadanos. En la foto podemos ver este gran ejemplar de Ficus en San Jacinto.
Sevilla es una ciudad que está a 6 metros sobre el nivel del mar. Los constructores saben de la problemática que tiene la construcción de edificios en la ciudad que obliga a pilotar en muchos puntos de la ciudad. En el año 2012 se manifestó el inicio de un ciclo de sequía y en 2017 los expertos aseguran que estamos en un ciclo de sequía nuevamente. El nivel freático está muy superficial. Hay zonas en la ciudad que a la hora de plantar un árbol o palmera si se excavan 2 m de profundidad se puede encontrar agua. Debajo de la ciudad hay una gran bolsa de agua. Cuando se produce el ciclo de sequía y muy particularmente el segundo y/o tercer año, baja el nivel freático. Ésta circunstancia provoca en el arbolado viario principalmente y en arbolado plantado en parques y jardines sin riego o que no se riegan adecuadamente que al producirse la pérdida de humedad, las raíces superficiales, que es el caso de la gran mayoría de los árboles ubicados en alcorques en la vía pública y árboles plantados sobre césped, las raíces mueren y provocan una deshidratación en muchos casos irreversible que a su vez provoca la fractura de ramas gruesas y la inclinación del árbol provocando la rotura y desgarre en el cuello del árbol.
Qué hacer?: tras realizar una inspección de visu si vemos que el árbol está tirando muchas hojas es que necesita urgentemente agua. Es necesario regar el arbolado para que el árbol se hidrate y vuelva a funcionar su sistema vascular paralizado por la deshidratación debido a las altas temperaturas.