Llegada la temporada estival y como es tradición en la Ciudad de Sevilla y Provincia, las dolorosa de las hermandades son ataviadas generalmente con ropaje de color blanco, así permanecerá hasta que llegue el mes de septiembre.
En la mayoría de los casos, el color de las vestimentas está sujeto al calendario litúrgico. Para los cultos y besamanos se le viste de reina, en noviembre luce colores negros, por la festividad de Todos los Santos, en diciembre de celeste o azul por la festividad de la Inmaculada Concepción, para la cuaresma se le viste de hebrea. El color blanco simboliza la pureza y se la suelen ataviar con estos colores tras la Pascua de Resurrección, que se prolonga hasta época estival.
Es habitual que en estos días del periodo estival las imágenes aparezcan vestidas de blanco como la Virgen de las tristezas de la Veracruz sevillana, que hacía mucho tiempo que no ocurría. Así de bella ha aparecido la madre de Dios bajo la a advocación de las Tristeza del trabajo de la Priostia y del vestidor Antonio Bejarano Ruiz que nos están redescubriendo a una dolorosa contemporánea de una calidad excepcional. Los que se acerque durante estos días a la Capilla del Dulce Nombre de Jesús, sede de la Hermandad de la Veracruz, donde tiene la Virgen Santísima de las Tristeza un altar neogótico que se encuentra en la nave de la epístola recientemente restaurado, podrá presenciar una estampa única que protagoniza la Virgen de Illanes presenta, si cabe, su imagen más dulce demostrando que el blanco puede ser también, el color de la tristeza.
Fotos Antonio Rendón Domínguez.